"HUMANOS Y PRIMATES TENEMOS MUCHAS SIMILITUDES A NIVEL DE COMPORTAMIENTO SOCIAL, COGNITIVO Y EMOCIONAL"
Miquel Llorente Espino. Primatólogo.
Luz Rodríguez / Ciencia en Granada Miquel Llorente Espino (Barcelona, 1976) es Doctor en Psicología por la Universidad Ramon Llull (Blanquerna) y Licenciado en Psicología por la Universitat de Barcelona. Actualmente es responsable de la Unidad de Investigación y Laboratorio de Etología de Fundación Monay Coordinador del Programa de Formación. Investigador asociado a la Unidad de Cognición del IPHES(Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social). Su línea de investigación principal se centra en la cognición, la conducta instrumental, la lateralidad manual, el comportamiento social y la resocialización y bienestar de los primates no humanos en cautividad. Estos días está en Granada donde imparte varias conferencias dentro del curso "Neurobiología Humana: Evolución, comportamiento y congnición" que se está desarrollando en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada.
Participa en un curso sobre neurobiología humana, pero viene a hablar de primates, ¿cuál es la conexión? - Siempre hay dos opciones para estudiar al ser humano y son estudiar sólo humanos o fijarnos en otras especies cercanas a nosotros, sobre todo para ver las diferencias y los puntos que tenemos en común. Hay muchos autores, y yo también lo defiendo, que piensan que si estudiáramos solo humanos, veríamos lo que hacen pero no lo que no hacen, lo similares que somos con nosotros mismos pero no las diferencias con otras especies. Si lo que nos interesa es encontrar similitudes en las capacidades, habilidades o rasgos en esta especie, lo que tenemos que hacer es compararlas que esas especies biológicamente más cercanas a nosotros para intentar entender el porqué somos de la manera que somos.
Los primates ha captado la atención de numerosos científicos reconocidos internacionalmente ¿en qué punto se encuentran los estudios relacionados con este campo? - La primatología es una ciencia reciente, si la comparamos con otros campos como la medicina o la biología. Nació en los años 60 y si nos centramos en el ámbito específico de la cognición, todavía es más nuevo. Hace sólo unos veinte o treinta años que grupos fuertes de investigación internacionales se han empezado a interesar sobre cómo son los primates.
Entonces, ¿qué sabemos de los primates? - Mucho y poco al mismo tiempo. Sabemos que son muy inteligentes, que tienen capacidades cognitivas muy similares a nosotros, sobre todo en nuestros primeros años de desarrollo, mientras somos niños. Pero hay otras cuestiones como, por ejemplo, el lenguaje, de la que todavía no sabemos nada. No sabemos cómo se comunican los chimpancés entre ellos, apenas lo empezamos a intuir. Estamos empezando a entender que más que comunicarse con vocalizaciones es más una comunicación gestual, que nosotros también tenemos pero que no tenemos presente. Los próximos diez o quince años nos depararán resultados sorprendentes en este ámbito. Hay que esperar.
En el campo emocional, ¿tienen los primates un desarrollo similar al de los humanos? - En mis charlas y conferencias centro el enfoque en explicar qué es lo que tenemos de primates. Tenemos diferencias que son las que nos hacen humanos pero tenemos muchas similitudes a nivel de comportamiento, emocional e incluso social. Ellos también tienen su “edad del pavo” como la nuestra. Sus adolescentes que reaccionan de diversa forma, algunos se recluyen en sí mismos y se aislan, hay otros que lo toman por la vertiente más conflictiva, como los jóvenes adolescentes humanos. Y en relación con la salud mental les pasa lo que nos ocurre a nosotros. Cuando su ambiente social, afectivo o emocional no es el adecuado, como les ocurre, por desgracia, a los ejemplares que nos llegan a la Fundación MONA, pues realmente los trastornos mentales que tienen son equiparables a los de los humanos.