"LOS CIUDADANOS NOS PAGAN PARA QUE AVERIGUEMOS COSAS, LAS APLIQUEMOS Y SE LAS CONTEMOS. EN LA SITUACIÓN ACTUAL, LAS DOS ÚLTIMAS, SON UNA PRIORIDAD"
Miguel Ferrer. Coordindor del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Andalucía
Ferrer en el Parque de las Ciencias
Luz Rodríguez / Ciencia en Granada El científico Miguel Ferrer ha estado recientemente en Granada con motivo del estreno de la película "El Universo de Escher", una producción audiovisual en cúpula completa del Parque de las Ciencias en la que se utiliza la tecnología multimedia del Planetario. He aprovechado la visita de Miguel Ferrer para hablar sobre la importancia de Granada como sede donde se ubican centros del CSIC de gran trayectoria investigadora y de lo que es más preocupante actualmente, la situación por la que atraviesa la investigación andaluza.
- El CSIC está muy presente en Granada. Sin ninguna duda. No sé si los andaluces lo sabrán o no, Andalucía, después de Madrid, por motivos históricos, es la comunidad autónoma en España, con mayor concentración de centros del Consejo. Tenemos 23 institutos en Andalucía. Granada, junto con Sevilla, son las dos zonas donde se acumulan el mayor número. En Andalucía nuestras potencias tienen que ver, desde el punto de vista de la investigación, con la astrofísica, agrobiología, medioambiente y biomedicina, aunque hay otros tipos de instituciones como algunas tan querida parar nosotros, como la escuela de Estudios Árabes. Andalucía es una potencia de investigación no del todo, y en eso entono el “mea culpa”, difundidas. A la gente deberíamos darle más información de qué es lo que hacemos y para qué le sirve a ellos.
-Son muchos los científicos vinculados con Granada que forman parte de equipos internacionales y que cuentan con prestigio internacional... Efectivamente. Muchos de nuestros investigadores participan en universidades extranjeras de prestigio, en organismos internacionales y muchos de ellos figuran entre los investigadores más citados del mundo en su especialidad. Es verdad que tenemos una potencia científica importante, lo que tenemos que hacer es el esfuerzo necesario para que esa capacidad investigadora se traduzca en una contribución significativa y evidente al desarrollo socioeconómico de la zona, es decir, aumentar nuestras relaciones con el sector privado y con las posibilidades de innovaciones que hagan que España y Andalucía no sean sólo sitios para construcción y turismo, sino que podamos hacer algo más y no es que tengamos la solución en nuestras manos, pero somos una pieza importante de esa futura sociedad basada en un tipo de conocimiento que genere innovación y que permita tener un sistema económico más estable del que hemos tenido.
- ¿Qué más puede hacer la comunidad científica por mejorar su situación actual? Una asignatura pendiente es la difusión, tenemos una obligación porque al fin de cuenta nos mantienen los ciudadanos, de contribuir a mejorar sus vida, no sólo en los aspectos socioeconómicos, también los aspectos culturales.Nnos pagan para que averiguemos cosas, las apliquemos y se las contemos, estas dos últimas cosas que nos hemos hecho del todo bien, en esta situación actual, es sin duda una prioridad.
- ¿Cree que si la sociedad conociera en qué y cómo se invierte el dinero que se destina a la investigación científica sería más conscientes de la necesidad de seguir financiándola? Estoy seguro que habría mayor resistencia social a los recortes que estamos sufriendo si la gente fuera consciente de ello. No es echar la culpa a nadie, es reconocer que nosotros no hemos hecho bien nuestra parte, la difusión de la aplicación de nuestro conocimiento. Probablemente, casi nadie sabe que las gulas, muy famosas, es un invento del CSIC y que genera una gran actividad económica, pero si la gente no lo sabe no le parece preocupante que se reduzcan las inversiones en centros de estudios de la alimentación. Esto es algo que tenemos que resolver.
- ¿Cómo valora la situación actual por la que atraviesa la investigación española? Es una situación grave, pero las situaciones graves pueden verse también como desafíos. Hemos sufrido recortes muy importantes y claramente seguimos muy por debajo de la inversión media de los países de la Unión Europea tanto en inversiones I+D como en número de investigadores por cada mil habitantes. Estamos lejos de los valores medios que deberíamos tener de acuerdo a nuestro entorno socioeconómico, aún así la situación nos va a obligar a potenciar dos cosas que son las dos únicas posibilidades y que son buenas por si mismas: una es aumentar nuestra competencia, en el ámbito europeo, en la búsqueda de fondos y la otra, aumentar nuestra relación con el sector privado. Ambos objetivos suponen un desafío.