Luz Rodríguez A José Santiago (Jaén, 1975) le atraen las cosas pequeñas. Será por eso que su afición favorita es cultivar bonsais y su campo de trabajo sea la física de partículas elementales. Además, le gusta resolver problemas, cuestionarse el porqué de las cosas, algo esencial en un científico. Profesor de Física Teórica de la Universidad de Granada, este joven jienense, cuenta con una dilata trayectoria investigadora, dentro y fuera de España. Es el primer español galardonado con el premio ‘Joven Científico en Física de partículas’, que concede, bianualmente, la Unión Internacional de Física Pura y Aplicada. Actualmente participa en uno de los experimentos más importantes de la comunidad científica europea relacionado con los colisionadores de partículas. «La física me gusta porque es una disciplina que nos hace pensar. Tienes unas leyes, unas reglas con las que tienes que intentar averiguar cómo funcionan las cosa y resolver el problema. Eso a mí me apasiona». Y es cierto. La misma pasión con la que ejerce su trabajo, la pone para hablar de él.
Movido por esa incesante curiosidad, a los 18 años, vino a estudiar a Granada, donde se licenció en Ciencias Físicas. Luego se doctoró en Física Teórica en la universidad granadina. Tras siete años con estancias postdoctorales en Reino Unido, EEUU y Suiza, regresó a Granada como profesor titular. Desde hace dos años su labor investigadora se centra en analizar los datos que se extraen de uno de los proyectos más interesantes que está llevando a cabo la comunidad científica europea y que tiene como protagonista al Gran Colisionador de Hadrones (LHC), el acelerador de partículas más grande del mundo que el Laboratorio Europeo de Física de Partículas tiene en Ginebra (Suiza). José Santiago colabora con investigadores internacionales en la búsqueda de respuestas que ayudena entender mejor el mundo que nos rodea. Consciente de la complejidad que entraña hablar de estos temas, José, ordena sus ideas y escoge las palabras adecuadas para explicar en qué consiste el estudio de la física de partículas elementales, «estudiamos de qué está compuesta la materia, al nivel más íntimo, a las distancias más pequeñas».
«Tenemos un modelo estándar que explica muy bien todo lo que se ha medido hasta ahora en partículas elementales, pero hay una partícula concreta, llamada el ‘bosón deHiggs’ que el modelo estándar predice, pero que no se ha medido todavía y que se está buscando en el LHC». Y añade, «muchos físicos teóricos trabajamos en lo que se considera más allá del modelo estándar, tratamos de extenderlo con el fin de evitar los problemas y aprovechando las cosas buenas que tiene».
Los físicos de partículas están volcados en la búsqueda de este ‘santo grial’ que permitiría dar respuestas a cuestiones tan trascendentales para la física como entender el origen de la masa de las partículas elementales y cómo interaccionan entre sí. Desde Granada, trabaja y colabora, activamente, con investigadores de todo el mundo, en el análisis de datos que se obtienen del LHCy el Tevatron (EE UU). Su reto como científico es estudiar el mecanismo de rotura de la simetría electrodébil al que califica como «uno de los misterios más interesante de la física teórica actual». En esta cuestión se centra, actualmente, su trabajo. «La rotura de la simetría electrodébil es el mecanismo por el cual se adquiere parte de la masa que tenemos».También es responsable de que las interacciones que se producen en las desintegraciones nucleares sean de muy corto alcance. «Tenemos mucha información sobre cómo adquieren masa las partículas, hemos comprobado muchas de las predicciones sobre cómo se rompe la simetría electrodébil, pero hay otras cuestiones que no entendemos todavía, simplemente porque no se han experimentado», explica Santiago. En 2012 se podría aclarar el dilema existencial del Higgs. «Si no existe habrá otras partículas nuevas que tendrán su misma función y que queramos entender y estudiar. Podría haber interacciones nuevas que no conocemos... » Ante él se abre un panorama lleno de preguntas e incógnitas, el plan ideal para un científico.
Partículas aceleradas Entretanto, la atención se centra en el acelerador de partículas y en lo que ocurre en el interior de esta circunferencia de 27 km de recorrido, situada en la frontera francosuiza. Para poder trabajar, con partículas elementales a distancias tan pequeñas es necesario aplicar mucha energía. Para ello, explica este joven investigador, «utilizamos, protones y electrones que son los componentes de los átomos. Los aceleramos en anillos hasta que tengan muchísima energía, a velocidad casi de la luz. Una vez que alcanzan la energía que necesitamos, las hacemos chocar». Si tienen suficiente energía colisionan interactuando entre ellas a distancias muy cortas. «Estudiando los resultadosde estos choques podemos entender cómo las partículas se relacionan entre sí. Analizamos los estudios estadísticos que se obtienen de estos choques y los comparamos con nuestras predicciones teóricas».
El futuro de los colisionadores de partículas ha pasado por Granada. Durante una semana, José Santiago, ha participado y debatido con investigadores de todo el mundo, sobre la nueva generación de aceleradores de partículas, en una cita científica internacional celebrada en la capital granadina. Ya no serán en anillos sino lineales. Con este nuevo tipo de aceleradores se quier evitar la perdida de energía que se produce cuando se curvan en el interior del anillo. Serán más precisos, más limpios pero con una desventajas frente a los actuales, las partículas, en este caso, electrones, que no han chocado, se pierden. Para conseguir resultados hace falta una tecnología innovadora y de última generación, que, en muchas ocasiones, no tiene precedentes, como relata Santiago «desarrollamos tecnología que no existe pero que seguramente tendrá aplicaciones en el futuro» y pone un ejemplo «el LHC está funcionando a -270º, para mantener estos 27 km a esta temperatura, hace falta una tecnología de criogenia. El frío es necesario para que funcionen una serie de imanes potentísimo. Tenemos que desarrollar tecnología tan límite que no es práctica para la industria, pero que, a posteriori, una vez que se desarrolle, tendrá sus aplicaciones».
Físico vocacional Es consciente del descenso de estudiantes de Física en beneficio de otras carreras más técnicas comolas ingenierías. Pero desde muy joven tenía claro qué quería estudiar y a qué dedicarse en el futuro. Una vocación, la investigación, que se plasma en una prolífica trayectoria. Ha publicado más de 28 artículos científicos relacionados con diversos campos de la física de partículas, que incluyen la cromodinámica cuántica, que rápidamente se presta a explicar como «la fuerza que mantiene unidos los núcleos atómicos», la física electrodébil y teorías de gravedad, «qué explican el modo en que el universo se expande». Por toda esta variada producción científica fue galardonado, en 2010, como Mejor Joven Físico Teórico de Partículas, reconocimiento que se tomó como «una motivación para seguir trabajando y sirve para comprobar que, el trabajo duro y bien hecho, se valora». Piensa que es positivo dar a conocer lo que hacen «siempre y cuando no se tergiversen los resultados» y confía en que la divulgación contribuya a acercar la ciencia a la sociedad.