MUJERES CIENTÍFICAS COMPARTEN SU EXPERIENCIA CON 140 JÓVENES
"Café con Ciencia" en la EEZ-CSIC. Foto: F.D.
Luz Rodríguez En el Día Internacional de la Mujer, la Fundación Descubrequiso dar voz y visibilidad al trabajo de doce científicas andaluzas que participaron en la actividad "Café con Ciencia" organizada por la Fundación Descubre. El escenario escogido fue la Estación Experimental del Zaidín-CSIC, donde 140 jóvenes tuvieron la oportunidad de conocer, de primera mano, las motivaciones, dificultades y las experiencias de estas doces investigadoras procedentes de distintas provincias andaluzas.
Una de las participantes en esta iniciativa fue Catalina Lara, Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Sevilla y Vicepta. Asoc. de Mujeres Investigadores y Tecnólogas deEspaña (AMIT). Para esta investigadora se ha avanzado mucho pero todavía quedan muchos aspectos en los que trabajar, "las chicas piensan todavía que sus posibilidades son menores que las de sus compañeros. En la educación que reciben van introduciéndose subliminalmente esa idea. A lo mejor ellas tienen aspiraciones en hacer trabajos relacionados con la investigación y, poco a poco, se las va descorazonando tanto desde las familias, el profesorado de los colegios...Es importante poder decirles que es muy posible y muy satisfactorio hacer una carrera en ciencias, que es muy sacrificado, pero se puede. Ha habido en todo el siglo XX mujeres extraordinarias que han hechos importantes aportes a la ciencia y que están ahí como modelos a los que mirar. Lo que pasa es que no se las ve, son casi invisibles".
Dentro del panorama científico actual destacó la escasa presencia de mujeres al frente de las principales sociedades científicas españolas, "hay muchas mujeres a muy alto nivel que no tienen visibilidad. Cuando se busca por parte de los medios de comunicación, a un experto para opinar sobre algún tema, curiosamente, siempre se busca un hombre, a lo mejor la mejor especialista en ese tema en el país es una mujer, pero nadie piensa en ella.
Para Matilde Fernández, directora del Instituto de Astrofísica de Andalucía-CSIC, que también participó en esta actividad, las jóvenes que han optado, actualmente, por una carrera científica, "se van encontrar con más mujeres que antes y con un panorama científico, en España, en un punto muy interesante". Destacó el trabajo que han hecho las generaciones anteriores que han contribuido a que ahora haya más conocimiento. "Actualmente están más en contacto con más campo y más profundidad que hace 25 años, por ejemplo. Creo que se retroalimenta todo, la gente sale más formada".
Procedente de una familia de investigadores, en su casa no fue una sorpresa que optara por una carrera científica aunque considera que para otros no ha sido tan fácil, "me puedo imaginar que a veces, puede ser un problema a nivel social. Mi familia es de investigadores y en mi casa, el querer dedicarse a la investigación, no era una cosa rara, se entendía de entrada. Yo tengo amigos que hasta pasado muchos años le seguían preguntando pero tú, en realidad, ¿qué haces?. Esto, ahora, está ya superado.
Para la astrofísica ha sido notable el aumento de mujeres en las aulas de carreras científicias y tecnológicas pero destacó que todavía queda una asignatura pendiente, "se habla muchísimo de esta conciliación de la vida familiar y laboral, no sólo por el cuidado de los hijos sino también cuando hay un familiar con alguna enfermedad crónica o muy mayor al que hay que cuidar, esa conciliación se habla mucho pero se hace muy poco. Nosotros, en el Instituto, hemos intentado ir en algunas dirección y cuesta mucho trabajo. Hace falta unos medios que requieren una financiación y la buena intención por si sola no ayuda. Por mucho que hablemos si una señora tiene que estar a las dos en su casa para hacer la comida y que esté todo preparado para cuando lleguen los niños del cole y volver a trabajar por la tarde, o nos organizamos bien o eso es muy complicado. Esta parte de conciliar la vida familiar y laboral hay que conseguirlo sí o si". Y añadió, "conseguir gente de mucha valía trabajando en los temas es a base de tener mucha gente entre las que elegir, es decir, que las vocaciones tienen que salir entre un grupo grande. Empiezas a reducir el grupo, antes porque tenía que ser mejor un hombre que una mujer, ahora porque tendría que ser alguien, que pudiese compaginar su vida con el trabajo más facilmente. En el momento en que limitas la cantidad de gente de la cual van a salir las vocaciones te estas dejando gente fuera que tiene que hacer un sacrificio que no tiene sentido pedirle. Tienen que renunciar a dedicarse a la ciencia o la ingeniería, entonces te estas dejando fuera a alguien que podría ser un ingeniero fantástico".